Por ejemplo, podrían poner en un vagón la pregunta "Francia capitaaal..." y en el siguiente, la respuesta.
Lo de dios, es que no tiene pendón de si mismo. Mientras unos dicen que no se sabe, los otros aseguran que sí, que está por ahí sentado en alguno de los autobuses partiéndose (no sé que parte) de risa.
Y es que contra estos argumentos no hay vuelta de hoja como ya deduje aquí.
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